17 feb 2012

disyuntiva

Levántate y piensa. Jamás unas palabras tan leves fueron tan reveladoras. Hoy tengo frente a mí dos caminos; uno me lleva hacia negocios mujeres y coches y seguramente una extremada vejez prematura; la otra me pide guerra, austeridad, literatura y algún viaje con mi ortodoxia a cuestas. Ambas llegan tarde, lo sé, pero mañana puede ser aún más peligroso.

Investigando te encuentro por las calles de la maldita Madrid, con otra vida a la espalda, lejos los tiempos de Salou y el puto frío que se te mete. Tu no lo quieres,ni pretendes, pero sigues espoleando a lo lejos mi rabia más creativa. Por ti lo mandé todo (y a todos) a la mierda, y por ti los mandaría mil veces. Un minuto a tu lado es el pasar de mil vidas. Todo creatividad.

Yo ando jugando con mis huesos, mis balas vacías, mis lamentos. Esta es mi gran disyuntiva.
La utopía del Perro Delgado. Mezcla sucedánea de Rimbaud y Leopoldo Maria Panero. Mejor me jodo allá, en el suelo, allá debajo, en aquello que llaman infierno.

Perro Delgado

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