30 nov 2011

Lástima

Las cinturitas de avispa están tan actualizadas que pasando de moda despiertan recelos entre los ojos sangrientos de hombres salidos a cada esquina. Y yo, que fuí defensor del infierno entre los coros más celestiales, corruptor de poesías, olvidante de trenes, despierto de mi letargo y me digo, entre retazos de ideas, que los tiempos están cambiando, pero no tanto.
Lo siento por los que se creen modernos, cools o níquel. Acabareis más temprano babeando de lo que sospechaís.
Lástima

No hay comentarios:

Dieu des amours!

Uno. Si pareciera que me levanto, debe ser que yo mismo me levanto un rato, porque de otro modo no parecería que me levanto tanto. Uno.  Dos...